Un capitán sin rumbo

Podríamos escribir y no parar, llenar miles de páginas y pantallas con lo que supone y lo que es la remodelación gubernamental que Zapatero nos ha presentado hoy.

Nos limitaremos a un somero repaso de lo que representa la confirmación de un fracaso y la afición del presidente por los juegos de mesa: “ahora cambio esta carta por otra, que al fin y al cabo lo que importa es el jugador, yo, en vez de la jugada que tenga”, podría haber dicho.

Para empezar, habrá que reconocer que la sustitución de Magdalena Álvarez, Pedro Solbes, Mercedes Cabrera, César Antonio Molina y Bernat Soria, es una buena limpia, que de paso refleja que la decisión de nombrarles que tomó hace un año ZP era equivocada.

Pero en cuanto a los nuevos….

El nombramiento de Ángeles.González Sinde es el premio al “No a la Guerra”, al canon digital de la SGAE, a los artistas de la ceja, y a una forma como menos curiosa de entender la cultura (para ejemplo, algunos de sus últimos trabajos como guionista y la posición cada vez más comprometida del cine español en cuanto a calidad. Y que no digan que es culpa de la crisis, que en el teatro sobreviven y triunfan, por algo será). De momento, nada más nombrarla la red ya hierve en su contra y la declara “persona non grata”. La Asociación de Internautas asegura que es una “provocación de Zapatero" y sólo la SGAE se frota las manos, agradecida, a su santo protector, Zapatero.

Colocar a Elena Salgado al frente de la Economía es una muestra de las pocas ganas reales de luchar contra la crisis –más que nada porque no es precisamente una economista reconocida, más bien necesitará otro par de tardes de clases-. Además, es la misma que nos quiso prohibir el vino, ¿qué nos hará ahora desde la cartera económica?. Miedo da.

Trinidad Jiménez recibe por fin el premio a su lealtad, por algo rechazó hace muy poco ser la segunda en las listas europeas. Son demasiados años siendo incondicional para quedarse con las ganas. Claro que de Sanidad debe saber más bien poco, aunque igual eso no importa mucho en un Ministerio sin competencias (por cierto, ¿y no sería una buena medida anti-crisis suprimir ministerios innecesarios, o sin competencias, o que no hacen nada… ?).

Con Ángel Gabilondo en Educación, Zapatero intenta ganarse de nuevo la “amistad” de Prisa. No en vano es el hermano del presentador de las noticias de Cuatro y ahora más que nunca necesitan recuperar la sintonía de un grupo mediático que ha llegado a estar tan harto del Gobierno que le “reventó” a ZP su ansiada cita/foto con Obama. Además, con este nombramiento reconoce otro de sus graves errores (el único que admite en voz alta): separar las Universidades de la cartera de Educación. Ahora todo vuelve a la lógica y será Gabilondo quién se enfrente al reto de Bolonia. Pero ¿qué hará Garmendía?. Si ha sido lo único que ha tocado, y de refilón, en este año desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Lo de Manuel Chaves estaba cantado, había que sacarlo como fuera de Andalucía y él exigía mucho a cambio. Además, es el presidente del partido y hay que hacerle un guiño, que bastante preocupados tiene ZP a los históricos.

Por último, Pepiño Blanco tenía que llegar al Gobierno antes de que se acaben las oportunidades. Pero su nombramiento no es precisamente una muestra de acercamiento, diálogo o valía profesional. Pero sí una muestra de que el Partido (Blanco es vicesecretario general) tiene que implicarse en una lucha desesperada por deshacer los entuertos de ZP y su fracaso personal y político.

Como guinda, y conforme a ese “curioso sistema de gobernar, que prescinde habitualmente de los ministros y que le lleva a decir algo así como ‘aquí estoy yo, que lo arreglo todo” (Mariano Rajoy dixit), ZP se autoproclama “ministro de Deportes”. Borra a Jaime Lissavetzky del mapa (claro, como éste sí sabía algo de deportes) y asume él el reto de la candidatura Olímpica. Debe ser que le sobra tiempo, como todo va tan bien en el país, para dedicarse a nuevas tareas. En cuanto a Madrid 2016… menos mal que es la oficina de la candidatura la que lleva el peso. Pero ¡vaya imagen que vamos a dar el próximo mes de mayo cuando los examinadores del COI vengan y se encuentren que el responsable nacional de Deportes es nada menos que ZP!.

Y, como siempre, con la imagen por delante del fondo: el anuncio se hace en plena Semana Santa, para que haya mucha gente pensando en otras cosas (aunque sólo sea en que no pueden irse de vacaciones porque su agónica economía no lo permite).

La conclusión: si el capitán no sabe hacia dónde va, ni pilotar el barco… de poco sirve cambiar la tripulación.

(Foto: Bernardo Pérez / El País)